Rosa María Artal va de escritora, de articulista, de intelectual y de símbolo del periodismo; repartiendo y quitando carnés deontológicos como si ella conociera y resumiera mejor que nadie los arcanos del oficio de informar. Es Rosa María Artal, musa de Podemos, candidata sin éxito por el partido de Iglesias en Zaragoza y, ahora, colocada en RTVE como miembro de su Consejo de Administración.
Con ese currículo, intentar dar lecciones de rigor e independencia parece complicado, pero a Artal nada le frena y es capaz de escribir cosas así sobre las críticas que ella misma pueda recibir:
«Las personas de izquierdas a quienes la jauría hinca el diente sin soltar la presa han de sufrirlo en silencio, en elegancia, gajes del oficio. Aunque cada vez se degrade el conjunto del periodismo. No entra dentro de ninguna normalidad aceptar estas tácticas. Cuando se asiste a una agresión, no se puede mirar para otro lado sin tiznarse».
Pero el problema no es que la flamante Consejera de RTVE estigmatice a todo aquel que, simplemente, recuerde su trayectoria, según recoge esdiario.
Es que además lo hace con unas faltas de ortografía tremendas para alguien que, a continuación, intenta pontificar en sus artículos y libros.
Patear el diccionario
Aunque las patadas al diccionario no son infrecuentes en la delegada de Podemos en el ente público, la última es de aúpa: confunde directamente el significado de un verbo, lo conjuga mal y, finalmente, hace que la frase entera tenga un significado grotesco. Es éste el momento, extraído de su último artículo en eldiario.es, titulado con un alegórico «El periodista inmaculado»
El enigmático Fray Josepho cazó ya otra coz al diccionario atribuida a Artal
«Cuando Kapuscinski asegura que para ser periodista hay que ser buena persona, no hierra. Así que cuenten cuantos sobran en el cómputo». La referencia al mito del oficio se corona con una clamorosa confusión entre el verbo erra (equivocarse) y herrar (colocar herraduras), transformando el necesario yerra en un hilarante hierra.