Han pasado siete años desde que Pedro Sánchez ‘okupó‘ la presidencia del Gobierno, y si algo ha quedado claro es que es un ‘vendedor‘, sobre todo de trozos de España.
Y como clientes privilegiados tiene a quienes le garantizan la silla: separatistas y proetarras.
A fecha de 9 de marzo de 2025, el marido de Begoña Gómez ha convertido las cesiones en un arte para seguir durmiendo en La Moncloa.
¿Qué ha dado a cambio?
Una lista larga, detallada e idignante.
Aquí va el inventario, con datos frescos, más un toque de perspectiva de alguien que lleva años viendo este culebrón político desde la grada.
El gran bazar de la investidura
Sánchez no llegó al poder por goleada electoral, sino por pactos.
En 2018, tras la moción de censura a Mariano Rajoy, necesitó los votos de ERC, PDeCAT, PNV y Bildu. Desde entonces, cada investidura y cada ley importante han sido un trueque.
Vamos con lo que ha soltado:
- Indultos a los líderes del 1-O. En 2021, Sánchez indultó a nueve líderes independentistas catalanes condenados por el procès. Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y compañía salieron de la cárcel o vieron suavizada su situación. “Es por la concordia”, dijo el presidente. Claro, y por los votos de ERC para la investidura de 2020.
- Reforma del Código Penal. En 2022, derogó el delito de sedición y rebajó las penas por malversación. ¿Resultado? Los condenados por el 1-O respiraron aliviados, y ERC y Junts aplaudieron desde el Congreso. Según ABC esta semana, el Supremo sigue lidiando con las consecuencias legales de este apaño.
- Ley de Amnistía. Aprobada en 2024 tras meses de tira y afloja, amnistió a más de 400 implicados en el procès, incluido Puigdemont, que sigue en Waterloo. El Debate lo llamó el viernes “un pacto humillante”. Fue el precio de la investidura de 2023: siete votos de Junts y otros tantos de ERC.
- Condonación de deuda catalana. En 2024, Sánchez perdonó 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña con el Estado. El Mundo informó ayer que esto ha generado tensiones con otras regiones, como Andalucía, que piden lo mismo. ¿Casualidad? No, votos.
- Financiación singular para Cataluña. Este año, Sánchez pactó un modelo fiscal propio para Cataluña, similar al cupo vasco. Okdiario dice que en 2025 ya han recibido 1.500 millones extra. A cambio, Junts y ERC siguen sosteniendo al Gobierno.
- Transferencia de competencias. Tráfico a Navarra (2023), inmigración a Cataluña (2025) y Rodalies (trenes de cercanías) también a Cataluña desde 2024. Cada traspaso, un guiño a Bildu, ERC o Junts para que no se bajen del barco.
- Moción de censura en Pamplona. En 2023, el PSOE apoyó a Bildu para quitar la alcaldía a UPN. Un regalo a los herederos de ETA que Periodista Digital calificó ayer como “otro clavo en el ataúd de la dignidad socialista”.
No solo investiduras: también presupuestos
Sánchez no solo ha cedido para llegar a La Moncloa, sino para mantenerse. Los Presupuestos de 2022 y 2023 son prueba. El PNV se llevó la gestión del Ingreso Mínimo Vital, mientras ERC logró una cuota de producción audiovisual en catalán. Bildu, sin presentar enmiendas, aseguró que las negociaciones iban “en buena marcha”. ¿Qué pidieron a cambio? Acercamiento de presos etarras, aunque lo niegan en público.
La famosa mesa de diálogo con Cataluña, creada en 2020, sigue viva. Sánchez la usa como escaparate de su apuesta por el “diálogo”, pero ERC y Junts la ven como un cheque en blanco. En 2023, aceptó un verificador internacional para las negociaciones, otro guiño a Puigdemont. Y no olvidemos los 1.240 millones que dio a la Generalitat en julio de 2023, justo cuando negociaba su investidura, según Okdiario.
Con Bildu, Sánchez ha jugado fino. Además de Pamplona y el tráfico en Navarra, ha facilitado el acercamiento de más de 200 presos de ETA a cárceles vascas desde 2018.
Arnaldo Otegi lo admitió en 2021: “Si hay que votar presupuestos para sacar a 200 presos, los votaremos”. Y así fue.
Lo último: inmigración y más deuda
Las cesiones de marzo de 2025, como la competencia de inmigración a Cataluña, han revuelto a la ciudadanía.
Juanma Moreno, presidente de Andalucía, avisó: “Esto lo va a tener complicado”.
Se habla ya de un nuevo paquete de medidas para Puigdemont, aún en secreto, que podría incluir más fondos.
Todo por mantener a Junts contentos.
El culebrón
- El viaje de Santos Cerdán. En 2023, el número tres del PSOE voló a Bruselas a negociar con Puigdemont. Volvió con la amnistía bajo el brazo y una foto que dio mucho que hablar.
- La bandera española en IFEMA. En 2023, Sánchez llenó un mitin del PSOE con banderas de España para contrarrestar críticas. “Nosotros también somos España”, dijo. Ironías de la vida.
- El lapsus de Otegi. En 2021, se le escapó lo de los presos y los presupuestos en un micrófono abierto. Luego lo negó, pero el daño estaba hecho.
- El coste del FLA. Cataluña ha recibido más de 80.000 millones del Fondo de Liquidez Autonómica desde 2012. Gran parte, con Sánchez, no volverá jamás.
- La bronca de Page. Emiliano García-Page, barón del PSOE, lleva años quejándose de estas cesiones. En 2024, dijo que eran “una hipoteca para España”. Nadie le hizo caso.