En el corazón de Madrid, bajo la aparente tranquilidad de los jardines de La Moncloa, se esconde uno de los secretos mejor guardados de la democracia española: un búnker de alta seguridad diseñado para proteger al Gobierno en caso de crisis extrema.
Esta instalación, conocida como proyecto CITA (Centralización de Instalaciones Técnicas Auxiliares), es mucho más que un simple refugio; es una auténtica ciudad subterránea capaz de albergar a más de 100 personas y garantizar la continuidad del Estado en las circunstancias más adversas.
El búnker de La Moncloa, cuya existencia ha sido confirmada recientemente por fuentes gubernamentales, es una obra de ingeniería impresionante.
Con sus tres plantas subterráneas y muros de hormigón armado de tres metros de grosor, reforzados con acero y titanio, está diseñado para resistir desde ataques nucleares hasta terremotos.
Su construcción, ordenada por la OTAN como parte de las exigencias a los países miembros, se estima que pudo costar entre 30 y 60 millones de euros, aunque la cifra exacta permanece en el terreno de la especulación debido al uso de fondos reservados.
Un laberinto de seguridad y autosuficiencia
El acceso al búnker es digno de una película de espionaje. Según las informaciones filtradas, se accede a través de uno de los edificios administrativos de La Moncloa, pasando por un pasillo de seguridad equipado con múltiples detectores. Los trabajadores, conocidos como «bunkeros», deben identificarse con tarjetas personalizadas para atravesar una serie de puertas falsas que no conducen a ninguna parte, antes de llegar a la puerta giratoria que da entrada al complejo.
Una vez dentro, el búnker revela su verdadera naturaleza como centro de mando y control político. Está equipado con todo lo necesario para mantener al Gobierno operativo durante semanas o incluso meses. Entre sus instalaciones se cuentan:
- Un hospital completo con quirófano y unidad de cuidados intensivos
- Cocina y restaurante
- Gimnasio y lavandería
- Estudio de televisión para emitir mensajes
- Armería y un pequeño cementerio
- Sistemas de filtración de aire y agua potable
- Generadores de energía con depósitos de 80.000 litros de combustible
El cerebro de la defensa nacional
Pero el búnker no es solo un refugio pasivo.
En su interior se encuentra el corazón tecnológico de la defensa española. Un ordenador central militar, descrito como el «cerebro de la maquinaria bélica española», permite controlar más de 120 cazas de combate en casos de extrema necesidad.
Esta capacidad convierte al búnker en un centro neurálgico para la toma de decisiones estratégicas en situaciones de crisis.
A pesar de su clasificación como secreto de Estado, la existencia del búnker ha sido objeto de filtraciones y especulaciones a lo largo de los años.
Recientemente, el ex vicepresidente Pablo Iglesias mencionó en su programa «La Base» algunos detalles sobre la instalación, describiendo su decoración como inspirada en los años 80, con «máquinas y comida de esa época».
Por su parte, el exdirector del Departamento de Seguridad Nacional entre 2018 y 2023, Miguel Ángel Ballesteros, confirmó en una entrevista televisiva la capacidad del búnker para albergar a más de 100 personas y su preparación para que el Gobierno pueda «continuar dirigiendo el país desde allí» en caso de emergencia.
La polémica del «plagio» del búnker
La historia del búnker de La Moncloa no está exenta de controversia. En 1994, el periódico EL MUNDO publicó informaciones sobre las adjudicaciones gubernamentales recibidas por la empresa del cuñado de Felipe González para «la electrificación del búnker secreto de La Moncloa». Este hecho desató el llamado «Caso Palomino» y llevó a un inventor, José Luis Alcahud, a reclamar que el diseño del búnker era un plagio de su patente.
Alcahud, que había presentado informes y planos de su diseño al Gobierno, sostiene que las características publicadas del búnker coinciden con su patente. «Podían haber hecho un refugio redondo, en cúpula, en arco. Podía ser de madera, de acero, de plástico… de muchas cosas que no se contemplaran en mi patente. Pero lo publicado señala que lo hicieron subterráneo, de hormigón, rectangular, en forma de paralelepípedo», argumenta el inventor.
¿Comprar un búnker en España?
La revelación de la existencia del búnker presidencial ha despertado el interés por estas instalaciones de seguridad entre la población civil. En los últimos meses, se ha registrado un aumento significativo en las consultas sobre la compra de búnkeres privados en España. Empresas especializadas reportan recibir entre 50 y 60 consultas diarias, un fenómeno que atribuyen a la creciente percepción de inestabilidad global y a la preparación de Europa ante posibles conflictos.
Sin embargo, los expertos advierten que la construcción de un búnker privado no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Los costes pueden ser prohibitivos, empezando desde los 30.000 euros para modelos básicos hasta superar el millón de euros para instalaciones más sofisticadas. Además, se requieren permisos especiales y consideraciones técnicas complejas, como la ventilación, el suministro de agua y energía, y la resistencia estructural.
Un símbolo de los tiempos
El búnker de La Moncloa, con su mezcla de alta tecnología y reminiscencias de la Guerra Fría, se ha convertido en un símbolo de la compleja realidad geopolítica actual. Mientras algunos lo ven como una necesidad estratégica en un mundo incierto, otros lo consideran un recordatorio inquietante de los peligros que acechan en el horizonte.
Lo que es indudable es que esta fortaleza subterránea, oculta bajo los cimientos del poder político español, seguirá siendo objeto de fascinación y debate. En un momento en que Europa se prepara para escenarios antes impensables, el búnker de Pedro Sánchez nos recuerda que, incluso en tiempos de paz, la sombra de la guerra nunca está demasiado lejos.