POLÍTICA Y NEGOCIOS EN EL PSOE

El lobby chino de Zapatero: espionaje, negocios turbios, comisiones gordas y ‘cuñados’ socialistas

El asesor de Sánchez, bajo la lupa por su lobby Gate Center, vinculado a un empresario chino acusado de espía por el CNI

El socialista Zapatero, alias 'El Chino'
El socialista Zapatero, alias 'El Chino'. PD

No tiene un pase José Luis Rodríguez Zapatero.

Y le sobran ambición y avaricia, defectos que camufla adoptando por sistema una pose de cordero degollado.

En abril de 2022, el expresidente socialista que revivió en España el guerracivilismo, abrazó a ETA y flirteó con el separatismo catalán, ademas e conducir al país a una crisis económica sin precedentes, dio vida a Gate Center, un lobby con pinta de think tank que se instaló en un coqueto piso de la calle Velázquez, en el mismísimo Barrio de Salamanca de Madrid.

No estaba solo en esta movida: un empresario chino, al que el CNI señala como posible espía, le dio un empujón para montar el chiringuito.

Y, ojo, que poco después este señor llevó al mismo edificio una de sus empresas, Mimo Advisors Europa, antes conocida como Acento Asia.

Esta compañía, por cierto, tiene raíces en los trabajitos de asesoría que el exministro Pepito Blanco hacía para Huawei. Para más inri, las hijas de Zapatero también andan por ahí, metidas en tareas de comunicación tanto para el lobby como para la tecnológica china, según ha sacado a la luz THE OBJECTIVE.

Resulta que Gate Center no siempre ha estado en el séptimo piso de esa finca de Velázquez donde ahora despacha. Durante su primer año, entre 2022 y 2023, el lobby funcionaba desde el cuarto piso del mismo edificio. Pero en la primavera de 2023 cogieron las cajas y subieron unas plantas. Y no es un detalle cualquiera, porque ese cuarto piso ha estado en el radar de los servicios de inteligencia españoles. ¿Por qué?

Porque allí operaba una empresa opaca de Fangyong Du, el empresario chino que ayudó a Zapatero a arrancar el proyecto y al que, según El Confidencial, le cerraron la puerta a la nacionalidad española por sus presuntos vínculos con el espionaje chino.

El edificio de Velázquez parece un culebrón en toda regla. Además de Gate Center y la empresa de Fangyong Du, otros empresarios chinos que han pasado por allí están bajo la lupa del CNI. Todo esto pinta un panorama de lo más enrevesado, con hilos que conectan la política española con los intereses de Pekín, pasando por Huawei y un lobby que, aunque se disfrace de think tank, parece guardar más secretos de los que deja ver a primera vista.

Zapatero vuelve a ser protagonista de una trama que mezcla política, negocios internacionales y controversia.

El foco está ahora sobre el Gate Center, un think tank fundado en 2022 por Zapatero junto al empresario chino Fangyong Du, conocido como Miguel Duch, cuyas actividades han sido investigadas por el CNI, por vínculos con el espionaje chino.

Este proyecto, presentado como una plataforma de análisis global, opera en realidad como un vehículo para estrechar lazos entre España y el régimen comunista chino.

Lo curioso es que el Gate Center no solo comparte su sede en la madrileña calle Velázquez con las empresas del propio Fangyong Du, sino que ha sido financiado en parte con aportaciones iniciales del empresario, quien habría transferido 15.000 euros al proyecto en sus comienzos. Mientras tanto, Zapatero ejerce como presidente del Consejo Asesor, aunque fuentes internas aseguran que es él quien dirige realmente las operaciones del lobby.

El papel de Fangyong Du: ¿socio o pieza clave?

Fangyong Du no es un personaje menor en esta historia. Este empresario chino, afincado en España desde los años 90, ha sido señalado por el CNI debido a sus conexiones con el Partido Comunista Chino (PCCh) y su implicación en actividades sospechosas de espionaje.

Su relación con Zapatero se remonta a varios años atrás, cuando colaboraron para introducir a España en la órbita de las grandes iniciativas chinas, incluida la controvertida Ruta de la Seda.

Además, Fangyong habría ayudado a incorporar al consejo asesor del Gate Center a directivos como Zhimin Hu, representante de China Harbour Engineering Co., una empresa sancionada por Estados Unidos debido a sus vínculos con el ejército chino.

La proximidad física y empresarial entre ambos protagonistas —con oficinas literalmente puerta con puerta— refuerza las sospechas sobre una colaboración más profunda de lo que se reconoce públicamente.

Por si fuera poco, las hijas del expresidente socialista también están involucradas en esta trama.

Laura y Alba Rodríguez Espinosa, a través de su agencia Whathefav, realizan trabajos de consultoría y gestión de redes sociales para el Gate Center. Esta conexión no solo refuerza los lazos entre Zapatero y China, sino que también plantea interrogantes éticos sobre la utilización de recursos familiares para consolidar un lobby con fines geopolíticos.

Cabe recordar que Whathefav también tiene entre sus clientes a Huawei, la multinacional tecnológica china señalada por varias agencias internacionales por posibles actividades de espionaje. Este vínculo entre negocios familiares y geopolítica internacional añade más leña al fuego del debate sobre las prácticas del expresidente.

La Ruta de la Seda: ¿un puente o una trampa?

Zapatero no es el único socialista español con vínculos controvertidos en el ámbito del lobby. Otros nombres destacados incluyen al exministro José Blanco, quien ha sido señalado por actuar como intermediario para grandes corporaciones chinas e iberoamericanas. La proliferación de figuras socialistas involucradas en este tipo de actividades ha generado críticas sobre la ética y transparencia dentro del partido.

Por ejemplo: Blanco ha sido acusado de facilitar negocios para empresas extranjeras utilizando su influencia política pasada, mientras que antiguos colaboradores de Zapatero como Miguel Sebastián o Miguel Ángel Moratinos también están vinculados al Gate Center en roles académicos o diplomáticos. Esta red plantea dudas sobre hasta qué punto estas actividades responden a intereses estratégicos nacionales o personales.

El objetivo declarado del Gate Center es tender puentes entre China y Occidente, pero sus actividades parecen estar más alineadas con los intereses estratégicos chinos que con los europeos o españoles. Por ejemplo: informes internos del Gate Center promueven abiertamente la expansión china en América Latina y destacan cómo países como Brasil podrían actuar como aliados estratégicos para Pekín dentro del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Además, eventos organizados por el lobby suelen contar con una notable participación oficial china, como ocurrió durante el «Simposio sobre relaciones China-Europa» en 2024, donde altos cargos del régimen comunista compartieron escenario con Zapatero. La reproducción casi literal de comunicados oficiales chinos por parte del Gate Center refuerza la percepción de parcialidad hacia Pekín.

En un momento donde Europa busca equilibrar su relación con China frente a la influencia estadounidense, figuras como Zapatero juegan un papel crítico pero también polémico. Su defensa abierta del régimen chino contrasta con las preocupaciones crecientes sobre los riesgos económicos y políticos asociados a una excesiva dependencia de Pekín.

El caso del Gate Center no solo pone bajo escrutinio a Zapatero sino también al PSOE, que debe lidiar con las implicaciones políticas y éticas derivadas de estas conexiones internacionales. Con elecciones generales previstas para finales de año, este tipo de escándalos podrían erosionar aún más la confianza pública en los líderes socialistas.

Curiosidades y datos llamativos

  • El edificio donde se encuentra el Gate Center es conocido entre los expertos inmobiliarios como un «hub» empresarial chino en Madrid.
  • Fangyong Du utiliza un alias español (Miguel Duch) para facilitar sus relaciones comerciales.
  • El Gate Center solo elaboró uno de sus informes estrella —el Gravity Index— durante su primer año antes de abandonar dicho proyecto.
  • En paralelo al Gate Center, Zapatero sigue siendo una figura clave dentro del Grupo de Puebla, vinculado también al gobierno venezolano.

La trama alrededor del lobby chino impulsado por Zapatero ofrece más preguntas que respuestas; un cóctel explosivo donde se mezclan geopolítica, intereses personales y viejas redes socialistas.

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