Pablo Iglesias no puede ocultar que es el mejor discípulo de Hugo Chávez.
El dictador venezolano afirmaba que “ser rico es malo”, mientras se enriquecía a través de la corrupción. Ahora, el fundador de Podemos se oculta tras el escudo de la Guardia Civil tras haber protagonizado ataques y desprestigios a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La hemeroteca deja en evidencia el cinismo de Pablo Iglesias.
En noviembre de 2012, el exasesor del chavismo afirmó en su programa de televisión ‘La Tuerka’ que “a muchos policías se les debería caer la cara de vergüenza cuando, en lugar de defender a la gente, se convierte en matones al servicio de los ricos”.
Pablo Iglesias hace unos años: "La policía no protege a la gente, son matones al servicio de los ricos"
Hoy tenía cinco coches de la Guardia Civil protegiendo su domicilio. pic.twitter.com/Y4cHnUnWVs
— Jaime Velasco (@JaimeVelasco01) May 18, 2020
Sin embargo, no se trató de una frase desafortunada en tras las cargas policiales durante las protestas de la huelga general del 14-N.
El líder de Podemos también afirmó, en septiembre de 2012, que «le emocionaba» ver a manifestantes rodear y agredir a un policía.
«Sé que esa imagen se ha utilizado para criminalizar a los manifestantes pero tengo que reconocer que me ha emocionado, porque a pesar de que se la estaban jugando, a pesar de que no es agradable ver una agresión contra nadie, expresaba una rabia que está creciendo».
Irónicamente, ahora utiliza hasta cinco patrullas de la Guardia Civil para protegerse él de la cacerolada de sus vecinos, que sin ningún tipo de violencia, exigen que dimita tras la nefasta gestión sanitaria del Gobierno de Pedro Sánchez para combatir al COVID-19.
A pesar que el fundador de Podemos fue el autor de la frase: “Los escraches son el jarabe democrático de los de abajo”, ya demostró que solo se trataba de una fórmula para justificar los ataques de la extrema izquierda contra el PP.
Eso sí, cuando apuntan en su contra rápidamente llama a la Guardia Civil para que blinden su costoso chalet.
La punta del iceberg
Las protestas contra el Gobierno del PSOE y Podemos, que comenzaron espontáneamente en el madrileño barrio de Salamanca, no paran de crecer tanto en la capital como en el resto de España.
No solo se han extendido a distritos como el de Carabanchel o Vallecas, sino que también llegó a localidades como Galapagar y Alcobendas. Una tendencia que ya se vivió en otras ciudades como Valladolid, Valencia, Córdoba, Logroño, Sevilla, Pamplona, Santander, Valencia, Toledo y Zaragoza, con distinta intensidad y sin llegar en ningún caso a cifras importantes de congregados.
La Guardia Civil advierte
La Guardia Civil confirma el temor del Gobierno de Pedro Sánchez: los españoles saldrán a las calles para exigirles responsabilidades.
Un documento confidencial de la Benemérita, que se ha filtrado a la prensa, plantea cuáles son los retos que afrontará el cuerpo de seguridad mientras dure la desescalada y cómo se tendrán que hacer frente a ellos.
El informe, titulado ‘Actuación en el marco de Transición hacia una Nueva Normalidad’, advierte al Gobierno de Pedro Sánchez de que, en los próximos meses, existe una “alta probabilidad” de que aumente la conflictividad social y, por ende, provoque “de manera puntual” protestas y disturbios.
La Benemérita especifica que hay riesgo real de “actos de sabotaje contra infraestructuras críticas o edificios vinculados a los partidos políticos”. A los que suma otras «alteraciones de orden público por motivaciones políticas o de corte separatista”.
Los detonantes del conflicto social son la nefasta gestión sanitaria del Gobierno del PSOE y Podemos para combatir el COVID-19, así como el impacto económico que se vivirá en la sociedad. En especial, por los ciudadanos “afectados por ERTE o despidos”.
Sin embargo, no serán los únicos, ya que la Guardia Civil también prevé movilizaciones de los “sectores de producción o servicios que se puedan considerar perjudicados por el mantenimiento de las restricciones y limitaciones”.
