El feminismo en Podemos dura menos que un ‘caramelo en la puerta de un colegio’.
Irene Montero está adoptando las conductas machistas denunciadas contra Pablo Iglesias. A pesar de liderar el Ministerio de Igualdad, apoyó la expulsión de Teresa Rodríguez del grupo del Parlamento autonómico Podemos Andalucía durante su baja por maternidad.
Tras ‘saltar la liebre’, la pareja del vicepresidente segundo no se arrepintió de sus actos. Al contrario, demostró que el feminismo es una careta para ganar votos en las elecciones y justificó la salida de Rodríguez: “La política no para mientras estamos de permiso”.
Un frase que generaría una gran polémica si la utilizase un empresario para despedir a sus empleadas bajo la excusa que “la economía no para mientras estamos de permiso”.
Desde Podemos no se atreven a dar un ‘tirón de orejas’ a ninguno de los ‘marqueses de Galapagar’, así que optaron por utilizar el panfleto de Dina Bousselham para acosar a la exintegrante del grupo Adelante Andalucía, una organización que incomoda a Podemos por no seguir sus órdenes y someterse a su ‘líder supremo’.
En el libelo ‘La Última Hora’ publicaron una noticia acusando a Rodríguez de “avalar la ruptura de Errejón durante la baja de paternidad de Pablo Iglesias”. Un intento de acallar a las feministas que observan con preocupación como se actúa contra una “hermana”.
Al mejor estilo patriarcal, el panfleto de Dina le reprocha que está “utilizando su baja de maternidad como argumento” para protestar por su ‘purga’. Además, la acusan de “dejar sin sueldo a los trabajadores de IU del grupo parlamentario o adueñarse de una marca y una coalición que se creó con principios muy distintos”.
Finalmente, el libelo de Podemos ‘se va de la lengua’ y la acusa de ‘traidora’ por ayudar a Íñigo Errejón a crear Más País, mientras Pablo Iglesias estaba de baja paternal.
“Resulta que los aspavientos que ahora realiza Teresa Rodríguez por su permiso de maternidad, no los mostró cuando Íñigo Errejón partió Podemos en Madrid y montó en secreto otro partido durante la baja de paternidad de Pablo Iglesias. Incluso, se pudo ver a Rodríguez apoyar a Errejón durante su movimiento electoral”, le reprocha el panfleto de Dina.
El machismo de Podemos
La actitud de Irene Montero y Podemos se suman a otras de las polémicas machistas que han sido protagonizadas por el propio Pablo Iglesias.
El vicepresidente mantuvo, entre 5 y 36 meses, en su control la tarjeta del móvil de Dina Bousselham, donde había conversaciones personales e imágenes íntimas de su exasesora. ¿El motivo?, para “protegerla”, según admitió el vicepresidente segundo.
No es la única actitud machista del líder de Podemos.
Pese a presumir de un discurso feminista en sus mítines y actos públicos, la imagen de Iglesias comenzó a tambalear con las filtraciones del móvil de Dina, donde se podía leer que el actual vicepresidente quería “azotar hasta que sangre» a Mariló Montero.
También ocurrió con Pilar Gómez (La Razón). En plena tertulia política en ‘Al Rojo Vivo’, el líder de Podemos le guiñó un ojo a la periodista.
“Pues a mí personalmente no me gusta que me guiñen el ojo ¿lo puedo decir o no? Pues sí, me ofende, al igual que a él le ofende que yo le trate de tú o de usted, a mí no me gusta. Me molesta que en un debate político me guiñen un ojo”, sentenciaba la periodista para dejar clara su postura al líder de Podemos.
«¡Qué bonito abrigo de piel llevas!»
En una rueda de prensa en el Congreso, Pablo Iglesias intento burlarse de la periodista Ana Romero, quien le había preguntado si su decepcionante resultado electoral afectaba a sus intenciones de pacto de Gobierno.
«¡Qué bonito abrigo de piel llevas!», se limitó a declarar el dirigente podemita, mientras sus compinches y la propia Irene Montero sonreían como lelos .
Levy «se calienta»
Pero las periodistas no han sido las únicas atacadas por el rampante machismo de Iglesias. También lo han sido las dirigentes de otros partidos políticos como Andrea Levy, la vicepresidenta de Estudios y Programas del PP. Durante la investidura fallida de Pedro Sánchez, el líder podemita manifestó que Levy «se calienta» con el diputado de su partido Miguel Vila.
El secretario general de Podemos manifestó que ofrecía su despacho en el Congreso para que «ambos se conozcan mejor».
Ridiculizando la condición de mujer de la ‘popular’, el tono jocoso de Pablo Iglesias fue en aumento hasta confesar que se sentía «preocupado» ya que se ve incapaz de «controlar la virtud de sus diputados» y que ante ese contexto lo único que puede hacer es «facilitar su despacho».
Iglesias realizaba este alegato en el estrado del Congreso de los diputados, a la vista de todo el mundo, para intentar justificar su rechazo a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
«La única fuerza de Botella es su marido»
Ana Botella, la que fuese alcaldesa de Madrid entre 2011 y 2015, también estuvo en el blanco de los ataques machistas de Pablo Iglesias. El líder podemita menospreciaba los logros de Botella y señalaba que llegó a la Alcaldía de la capital por ser esposa del ex presidente del Gobierno José María Aznar.
«Es una pena que en un día como hoy tengamos que hablar de Ana Botella, que representa todo lo contrario a las mujeres valientes. Es la que encarna ser esposa de, nombrada por, sin preparación…y además de belicista, es una mujer cuya única fuerza proviene de ser esposa de su marido y de los amigos de su marido», destacaba Iglesias en una tertulia de La Sexta Noche.
Se dirigía a sus alumnas por su físico
La actitud machista de Iglesias no viene de ahora. En su época de profesor en la Universidad Complutense de Madrid se dirigía a sus alumnas por sus rasgos físicos, mientras que a los chicos les llamaba por su nombre.
Así lo revelaban referencias recogidas en el blog de Colectivos de Jóvenes Comunistas de su Universidad.
La bitácora de estudiantes comunistas publicó en febrero de 2014 una entrada titulada [Somosaguas] Lo que no sabes de los líderes de Podemos. Ni Juan Carlos Monedero ni Pablo Iglesias salían bien parados por diversos motivos. Uno de ellos era el retrato de ambos en el que se les presentaba como machistas. En el caso del secretario general de la formación morada se dice de él:
«También sabemos que Pablo Iglesias en sus clases se dirige a las alumnas, no por su nombre o apellido cómo sería lo lógico, sino por sus rasgos físicos o diminutivos, actitud machista que choca frontalmente con el aparente feminismo del que hace gala en la televisión».
Así, las chicas podían ser «rubita» o incluso «gordita». De hecho, este blog aseguraba que si una mujer era poco agraciada lo destacaba en el apodo usado para referirse a ella.