Una auténtica procesión.
Una semana más, los juzgados de los casos de corrupción que salpican al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibirán a los ‘penitentes’ que acudirán a declarar por los distintos frentes judiciales que se han convertido en un auténtico calvario para el líder del PSOE.
Desde hoy hasta el viernes se sucederán una cascada de declaraciones y encuentros judiciales que volverán a ser un dolor de cabeza para Sánchez, ya que los casos de corrupción seguirán ocupando espacio en los medios.
Pero esta semana es ‘especial’ no solo por estas peregrinaciones a los juzgados por parte de algunos de los implicados sino porque el próximo jueves 24 se cumple un año de la infame carta que publicó el presidente cuando se enteró de que su mujer Begoña Gómez había sido imputada.
Hoy declaró Carmen Librero, ex presidenta de Ineco para intentar explicar cómo permitieron el enchufe de Jésica, la ‘sobrina’ de José Luis Ábalos, así como el hecho de que no fuera a trabajar y los partes de trabajo fake. Tendrá que detallar cómo, cuándo y por qué se contrató a la mujer.
Mañana será todavía peor porque será el turno de Joseba García, el hermano de Koldo, de acudir al Senado para dar explicaciones sobre su presunto papel en la trama de corrupción socialista.
El mismo día se producirá el acto de conciliación entre Víctor de Aldama y medio PSOE, entre ellos Sánchez, Ángel Víctor Torres o María Jesús Montero que han denunciado por injurias y por calumnias al denominado por la UCO como el ‘nexo corruptor’ de la trama.
El día del ‘aniversario’, el 24, será el turno del ministro de Transportes, Óscar Puente, de volver al Senado para aclarar si hubo irregularidades en los enchufes de las mujeres de Ábalos en empresas públicas y por qué no encontró nada en la auditoría que hizo, cuando la investigación judicial arroja indicios.
El broche de oro a otra semana horrible la pondrá el ‘hermanísimo’ David Sánchez, que tendrá que sentarse en el banquillo el viernes 25, para dar más detalles sobre el presunto enchufe en la Diputación de Badajoz.
La corrupción socialista señala -hasta el momento- a unas 40 personas del entorno del presidente Sánchez que han tenido que declarar como imputados o como testigos en los casos Koldo (que se divide en la causa de las mascarillas y en la trama de los hidrocarburos), el de Begoña Gómez, el del fiscal general del Estado y y hasta el caso del ya olvidado Tito Berni.