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¿Por qué no se ha decretado en estado de alarma para la catástrofe?

Levante español

Jesús Manuel Díaz Lorente 06 Nov 2024 - 06:50 CET
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Se ha titubeado mucho en relación con la catástrofe producida en una parte de la provincia de Valencia. Mientras hay gente atrapada todavía en sus casas, mientras las calles de esos pueblos siguen llenas de basura y de barro, con gran riesgo para la salud pública, los políticos siguen escurriendo el bulto con el que si tú, que si yo.

Ante catástrofe de tal magnitud, el Gobierno tenía que haber decretado el estado de alarma de acuerdo con el artículo 116 de la Constitución Española, que se regula en el artículo cuarto de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, de excepción y de sitio.

El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo ciento dieciséis, dos, de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad.

a) Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud.

b) Crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.

c) Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad, cuando no se garantice lo dispuesto en los artículos veintiocho, dos, y treinta y siete, dos, de la Constitución, concurra alguna de las demás circunstancia o situaciones contenidas en este artículo.

d) Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.

Lo que ha pasado en Valencia se ajusta a lo que se desarrolla en dicha Ley. No se ha actuado con rapidez. La gente va allí con la mayor solidaridad y entrega, pero a ciegas porque reina la desorganización. La desorganización en una situación de estas puede ser infernal. No hay derecho a que estas personas sufran lo que están sufriendo por la maldita burocracia administrativa y la falta de decisión de quien tiene que tomar medidas de importancia. Mucha gente se ha quedado sin nada y está anegada por barro y basura. Ni siquiera puede salir de sus casas. La situación es catastrófica y calamitosa. ¿Por qué no se ha decretado el estado de alarma para esta catástrofe?

 

                                      Jesús Manuel Díaz Lorente

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