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El crecimiento económico del que presume Sánchez es una estatua de sal con pies de barro. La política económica de Sánchez es puramente nominalista; su intrincado juego puede engañar a algún ciudadano pero no a quien tiene una cultura económica mínima. ¿En qué consiste una política económica nominalista?. Pablo Iglesias hablaba de la tasa de retorno para referirse a cuanto recupera el Estado de una inversión con su política fiscal, cuanto recupera de un aumento nominal de un salario. María Jesús Montero y Yolanda Diaz se enorgullecen de mejorar el salario mínimo, pero al no deflactar la tarifa del impuesto de la renta han introducido de sopetón a una masa de asalariados que ahora tienen que declarar sus ingresos. Y la carga sobre las espaldas del que crea riqueza y a su costa, con la reducción de la jornada semanal. Disparan con pólvora ajena.
De hecho sucede que el aumento porcentual de los peajes a abonar por el consumo eléctrico es notoriamente superior al incremento real del salario. Delincuentes confesos. No hablemos de la cesta de la compra, tan volátil como para ignorarla en el índice de precios al consumo. Lo que se podía comprar, una vez indexados, con un salario hace un año, es ahora menor tras una subida salarial. El dinero del pobre va dos veces al mercado. «Expertos” económicos y medios de comunicación supuestamente contrarios a Sánchez predican la eliminación de las pensiones porque es un gasto deficitario, ignorando una vida de trabajo y ocultando lo que gasta este gobierno en medios de comunicación o en subvenciones a estafadores y onegés, como la que implanta la ideología de género en Perú. Sánchez alimenta la división generacional. Estos “expertos” ignoran que más de la mitad de los mayores de 55 años ayudan a sus hijos a sobrevivir. Ocultan que la “subida” de las pensiones es de menos del 3%, y los alimentos, gracias a Sánchez, han subido de media un 30%. Ocultan que estas “subidas” suponen un aumento de impuestos al saltar de tramo en el IRPF. La vida no mejora porque aumente la esperanza de vida, ni ese índice se traduce en calidad de vida con listas de espera médicas crecientes, y cuando se requieren más años de cotización.
El tiempo de trabajo del español es muy superior al de Europa, su salario notoriamente inferior en términos de poder de compra. ¿En qué lugar de Europa cuesta el alquiler o adquirir una vivienda?. No hay nada mejor que maquillar las cifras para que aumente la recaudación fiscal sobre el salario, la mayor carga de Europa. Queda un margen putinesco para la miseria. Se ignora la magnitud de sus ingresos, su más tardía jubilación, su pensión real menor, la menor duración de vacaciones y descansos, la insoportable tasa de desempleo juvenil, el fracaso de la educación, la miseria e ignorancia de masas de desempleados cuando disminuye el empleo no cualificado, y la mayor tasa de empleo precario de toda la OCDE. ¿Innovación? ¡Que inventen ellos!. Felipe Gonzalez legalizó las empresas de trabajo temporal, el alquiler de mano de obra, en beneficio de mercaderes. Yolanda Diaz inventó los contratos flexibles y discontinuos que sacan de las estadísticas del paro a quienes trabajan horas y a estudiantes y becarios, forzando la disminución de la productividad, e imponiendo el reparto de una paga miserable. Dos camareros donde había uno. Dos señoritas donde había una, a beneficio de abalos y torres.
Una política económica nominalista lejos de contribuir a la creación de riqueza, descansa en una gestión contable y una manipulación estadística de apariencia tan eficaz como engañosa que consiste en movilizar recursos privados para aumentar el PIB nominal. La factura nominal de 1.250.991 inmigrantes en el cómputo del consumo. Una política nominalista para aumentar el PIB nominal, con ayudas públicas, subvenciones a vehículos eléctricos, paneles solares, en base a fondos europeos que dan cobertura a inversiones de particulares. En el mejor de los casos, solo recuperarán el 12% de sus inversiones entre dos y tres años después de realizarlas. El Estado sigue el criterio de caja y decide a qué año asignar el déficit. Aumenta el PIB nominal aumentando la deuda del Estado, el 46% del PIB es gasto público, y ampliando el empleo público que ha crecido un 18,7% frente a un crecimiento de un 8,2% del sector privado, de febrero de 2019 a febrero de 2024. Una política económica que facilita la okupación de inmuebles, el aumento de la economía sumergida, el puterío de los socialistas, que multiplican impuestos, que castigan el ahorro con la doble imposición, detrayendo recursos para la inversión, captando capital, mejor retribuido, recurriendo a la deuda pública, la espada de Damocles que durante decenios ha sido la cruz del desarrollo de la nación.
Sánchez juega con las cifras como Yolanda Díaz con subidas nominales de salario; la mafia catalana juega con cifras amañadas como si Cataluña fuera sojuzgada por un Estado ocupante, y hablan de balanzas fiscales. Se quedarán con la gestión de fronteras y la inmigración. Sánchez trae a nuestra mesa la ruina, es un mafioso: el crecimiento económico nominal ha invertido la balanza entre salario nominal y real en términos de poder de compra. El PIB estancado desde 2018. Sánchez, la mendacidad compulsiva, juega con las cifras, pero el ciudadano corriente experimenta pobreza, desolación, miseria, mientras el sátrapa invoca el aforismo, «no tendrás nada y serás feliz».
Sánchez mantiene la ideología del ebionismo, el pobrismo franciscano del estafador de Roma; con diligencia regala 32.000 millones de euros del presupuesto público a organizaciones mafiosas que se visten de humanismo. Cada día que pasa disminuyen las almas cándidas, al ritmo que aumenta el número de estafadores. Nadie relaciona los 21 millones de euros regalados a un colegio marroquí, la financiación de infraestructuras de Marruecos, y ayudas millonarias, 28 millones han alcanzado al instrumento de inversión de Pablo Casado para el desarrollo de la Inteligencia Artificial, –¿que sabe ese enano del tema?–, en pago por haber cedido al PSOE el control del Tribunal de Cuentas y el Constitucional, y qué hay de las jugosas ayudas a la compañía Plus Ultra, o al Grupo Globalia, con el inefable concurso de la conseguidora Begoña, que de la nada saca ingresos. ¡Qué destino tan feminista vivir por marca ajena con el propio cuerpo! Miles de millones de euros dilapidados del Estado, sociolistos haciendo de su capa un sayo.
El Instituto de Estudios Económicos –IEE– cuantifica el gasto ineficaz en 60.000 millones de euros, y solo en duplicidades. La falacia se extiende a la política social, las subvenciones a la creación de puestos de trabajo, el aumento de mano de obra inmigrante que compite salarialmente con los nacionales. Ahora toca discutir la nómina de los pensionistas con estudios trufados de trampas estadísticas y falsedades documentales, por cuanto, según el Banco de España, de 1 euro aportado hace veinticinco años el pensionista recibe 1,74 euros. El argumento falaz de comparar un pernicioso sistema de reparto con pensiones de jubilación, bajo el mismo paraguas que retribuye pensiones de orfandad, viudedad, pensiones mínimas, rentas mínimas de inserción e ingreso mínimo vital, y rentas a inmigrantes, retribuciones piadosas a todos los que no han contribuido ni al erario público ni a la Seguridad Social. Sus votantes. El informe del BdeE es un ejemplo de la codicia de sus «expertos», que ignoran considerar índices normalizados de poder de compra, el impacto de la inflación en la renta real, las dificultades de acceso a una vivienda, la distribución de los recursos empleados en el pago de pensiones que no contabiliza a sus contribuyentes muertos, 166.000 por covid, con un índice estimado del crecimiento de la economía, y se conoce que 569.000 personas tienen más de un empleo. Pero solo se reconoce una cotización a la Seguridad Social, con independencia de por cuantos empleos se cotize. ¿Cuánto habría obtenido el ciudadano por sí mismo por sus inversiones de no contar con esta práctica confiscatoria del Estado?
Parece irrelevante que la única riqueza que crece sea la que afecta a los amigos de Sánchez y sus corifeos nacionalistas. Este tejido preserva los pingües beneficios de la mafia socialista que representan Zapatero y Blanco, convertidos en asesores plenipotenciarios de múltiples garitos nacionales e internacionales, dedicados al blanqueo de capitales, al crecimiento de su riqueza en paraísos fiscales, y al tráfico de influencias sistemático que ampara a su familia política. Este es el resultado del nihilismo sanchista que pone en la picota nuestra vida y nuestra seguridad.