Álvaro Nieto explica: «El PSOE sospecha que si el Partido Popular gobierna pronto en España puede tener la tentación de autorizar una mayor presencia de Vivendi en Prisa y, con ello, provocar de rebote que la línea editorial de sus medios deje de ser sanchista«.
En un análisis incisivo y revelador del director de The Objective, desentraña las motivaciones ocultas detrás de la reciente guerra desatada en el grupo PRISA. El artículo, publicado el 19 de marzo de 2025, expone la desesperación del Gobierno de Pedro Sánchez ante la posibilidad de perder el control sobre uno de los conglomerados mediáticos más influyentes de España.
La tesis principal del autor gira en torno al miedo del PSOE a perder su influencia mediática, especialmente en el caso de que el Partido Popular llegue al poder. Nieto argumenta que este temor es el motor detrás de las recientes maniobras del Gobierno en relación con PRISA, incluyendo el intento de crear una nueva televisión en abierto y la resistencia a permitir una mayor participación del grupo francés Vivendi en la empresa.
«Sánchez sabe que es un peligro que Oughourlian siga al frente de Prisa porque, como presidente de un fondo de inversión, en realidad le mueve el dinero, no la ideología».
El artículo también revela la importancia estratégica que el Gobierno otorga a los medios de comunicación, especialmente a la Cadena SER, para mantener el apoyo de su base electoral. Nieto recuerda el cambio drástico en la línea editorial de El País tras la llegada de Sánchez al poder en 2018, ilustrando cómo el control mediático ha sido una prioridad constante para el actual Ejecutivo.
«En apenas 24 horas, el periódico pasó de exigir al flamante Gobierno la convocatoria inmediata de elecciones generales a defender que Sánchez debía seguir en el poder hasta que considerase oportuno».
La creación de una nueva televisión en abierto se presenta como otro frente en esta batalla mediática. Nieto argumenta que el Gobierno busca asegurarse un aliado audiovisual ante la posibilidad de perder el control de RTVE en caso de un cambio de gobierno. «Sánchez, quizás aconsejado por su gurú Zapatero, que ya montó en su día La Sexta con el mismo propósito, se emperra ahora en levantar un nuevo canal de TDT que le ayude a incendiar las calles en caso de derrota electoral«, afirma el autor, sugiriendo una estrategia a largo plazo para mantener la influencia mediática incluso desde la oposición.
El conflicto actual en PRISA se presenta como un punto de inflexión en esta guerra mediática. La resistencia de Joseph Oughourlian, presidente de Amber Capital y accionista principal de PRISA, a los planes del Gobierno ha desencadenado una lucha interna que podría redefinir el panorama mediático español.
«Oughourlian, que es muy hábil en las intrigas palaciegas, pues consiguió descabalgar en su día al todopoderoso Juan Luis Cebrián, se está pertrechando bien y ha conseguido, al menos de momento, aislar a los accionistas más fieles al PSOE».
El artículo concluye señalando la determinación del Gobierno en esta batalla: «En Moncloa consideran una auténtica declaración de guerra el artículo en el que el nuevo presidente de El País equiparaba a Sánchez con Franco y están dispuestos a quemar todas las naves con tal de conseguir su propósito«. Esta afirmación subraya la gravedad con la que el Ejecutivo percibe cualquier desviación de la línea editorial favorable, y su disposición a tomar medidas drásticas para mantener el control.
En definitiva, el análisis de Álvaro Nieto revela una lucha de poder que trasciende lo meramente empresarial, adentrándose en el corazón de la estrategia política del Gobierno de Sánchez. La guerra en PRISA se presenta no solo como un conflicto corporativo, sino como un reflejo de las tensiones y miedos que dominan el panorama político español ante la perspectiva de un posible cambio de gobierno. El desenlace de esta batalla podría tener profundas implicaciones para el futuro del periodismo y la democracia en España.