Esto se está poniendo color de hormiga, aunque sigo optimista y creo que al final echamos a esta cuadrilla de maleantes.
No les voy a hablar de Begoña ‘catedrática’, ni del hermano ‘musico’, del imputado fiscal general, las claudicaciones de Sánchez o las corruptelas del PSOE.
Ni siquiera de la linda Jésica, que dependía directamente de Pardo de Vera y a la que en la empresa pública Tragsatec, donde cobraba sin trabajar, apodaban ‘la sobrina del ministro’.
Hoy toca Donald Trump, porque ha montado la mundial, poniendo un 10% de aranceles a todos los países en general, que con China se van al 34% y en la Unión Europea suben al 20%.
En el caso de España afectará a las exportaciones de aceite vino, bebidas alcohólicas y componentes de automóvil y andan desde la madrugada los sombríos sabelotodos de las tertulias de radio y televisión pronosticando que se avecinan inflación, frenazo del crecimiento y hasta una recesión.
Yo no lo se, porque no soy experto en la materia, así que voy a centrarme en la puesta en escena y a lucubrar sobre consecuencias políticas.
Trump eligió como escenario la Rosaleda de la Casa Blanca, enclavada junto al Ala Oeste, bordeando el Despacho Oval y utilizó, intentando ser didáctico, una tablilla con la lista de países infractores -‘Worst Offenders’ según sus palabras-, lo que ha despertado cierto cachondeo entre los periodistas españoles.
En lo que casi nadie ha reparado es que asistía al acto, con casco y chaleco reflectante, una treintena de trabajadores de la construcción y la siderurgia.
A los que se refirió Trump cuando afirmo tajante: “No me importan los mercados, no me importa la recesión. A mí me importa el tipo que lleva el casco y que perdió el trabajo hace tres años porque la planta se le fue a China”.
Para justificar la dramática subida de aranceles soltó otra frase lapidaria: “Durante décadas, nuestro país ha sido saqueado y expoliado por naciones cercanas y lejanas, tanto amigas como enemigas”.
Yo, que he vivido dos veces en Estados Unidos, tengo la certeza de que esto es algo que comparte la mayoría de los norteamericanos, a los que no se olvida que cruzaron el Atlántico en dos ocasiones para luchar por la libertad del Viejo Continente. Y la Primera dejaron aquí120.000 muertos y en la Segunda mas de 400.000.
Y a veces se nos olvida o se les olvida a los orondos y obesos políticos y empresarios europeos.
El mensaje que mandó ayer al mundo el poderoso inquilino de la Casa Blanca es muy claro,
Mi duda es si detrás del ‘Make America Great Again’ palpita su secreta o no tan secreta intención de presentarse otra vez como candidato en 2028.
La Constitución prohibe, desde los tiempos de Franklin D. Roosevelt que estuvo cuatro mandatos, que un presidente se postule más de dos veces, pero este Trump es capaz de cualquier cosa.