Dispuestos a acabar con la decencia,
eficaz herramienta es el mentir,
pretende nuestra España destruir
la mafia miserable, sin conciencia.
Atacar presunción, la de inocencia,
se les acaba ahora de ocurrir.
Y serán muy capaces de seguir
mientras dure, ¡Señor!, nuestra paciencia.
Derechos, libertades se cargaron;
no digamos, también, la economía;
a la industria y al campo, los dejaron
más difuntos, si cabe, todavía;
la libertad de Prensa machacaron
y el ataque prosigue, día a día.
A este paso, de España va a quedar
un vacío e inhóspito solar.