Les confieso que me ha dejado un poco turulato la crudeza del mensaje que deja en Twitter la socialista Pilar Alegría.
Asumiendo el riesgo de que los zelotes progres de Youtube me censuren, porque son muy dados a ello cuando no giras en la órbita ‘woke’, voy a leerles textualmente el post que ha subido la portavoz del Gobierno Sánchez:
“Llevo 48 horas leyendo mensajes llamándome ‘puta’, ‘zorra’ o ‘comepollas’, instándome a ponerme a cuatro patas, diciéndome que soy Ministra por callar y ponerme de rodillas, si me gusta de lado o encima…48 horas siendo víctima de un machismo repugnante e intolerable”.
Coincidirán conmigo en que viniendo de una paisana que también es Ministra de Educación, el texto está un poquito subido de tono.
Pero no se confundan. Se trata de lanzar una cortina de humo, de distraer, de hacer que la ciudadanía mire al dedo, que son los insultos de internautas, y no a la Luna, que es la orgía de su colega Ábalos en el Parador de Teruel, con furgón de putas incluido, de la que fue testigo privilegiado la buena señora y que tapó, como hicieron Óscar López, Lambán y todos los dirigentes socialistas.
Y ahí tienen ustedes al marido de Begoña escribiendo compungido en X, que lo que está sufriendo Pilar “es un ejemplo del odio que se propaga amparado en el anonimato en las redes sociales. Lo sufren también a diario muchas mujeres en este país y en todo el mundo”.
¡Manda huevos!
De qué el entonces ministro Ábalos era su brazo derecho y Nº-2 del PSOE, nada.
De que Alegría, en aquella fecha delegada suya en Aragón, cayó como una puerta, tampoco. Como hizo Lambán, presidente autonómico.
Porque estaban todos allí y vieron entrar a las pilinguis y escucharon los alaridos y el jolgorio y comentaron cachondos la horterada erótica, pero cuando después llegó la denuncia y hubo que pagar los desperfectos en la suite de marras, hicieron como que no sabían y dejaron que fuera, como siempre, el sufrido contribuyente español quien apoquinara.
López, que era presidente de Paradores por el dedo de Sánchez y ocultó el escándalo, tiene hoy la desvergüenza de exigir en Twitter que se disculpen los que hayan escrito cosas sobre Alegría.
Y en la misma línea, sincronizados, salen Armengol, Albares, Saiz, Morant, Cerdán, Rodríguez, ‘Chiqui’ Montero y hasta el analfabeto Patxi López.
La proverbial afición al lenocinio de los socialistas solo está a la altura de su tendencia a meter la mano en la caja y a su desvergüenza.