El Gran Apagón, el despiporre de los trenes y el atasco de la Administración son acongojantes y dan mucho juego, pero no dejemos que la incompetencia del marido de Begoña y la ineptitud de su cuadrilla de maleantes nos tape lo importante, que es su tentacular corrupción.
Tenía toda la razón Feijóo, cuando le soltó a la cara a Sanchez, este martes en el Congreso, que el gran beneficiado por el apagón del 28 de abril fue su hermano David, porque el tercermundista y masivo corte electricidad dejó en segundo plano que el juez procesaba y ponía camino de la cárcel al músico y a 10 compinches.
Otro tanto se puede decir del caos ferroviario, porque mientras hablamos de las penurias de los pasajeros y de ladrones de cobre, no lo hacemos de Begoña la ‘catedrática’, de los furgones de putas del PSOE, de las pilinguis enchufadas en empresas públicas y de estos gánsters que llevan siete años robando como si no hubiera mañana.
Todo esta relacionado. Y la acongojante ineptitud de esta gente, va en paralelo a su sangrante corrupción y al descarado nepotismo con que funcionan.
Tendría que pagarle derechos de autor a Cayetana Alvarez de Toledo, que es quien expresado más claro cuales son los criterios de Sánchez para nombrar ministros y altos cargos, pero me voy a ahorrar el dinero.
Cuando el otro día preguntó Cayetana a Bolaños por esto, el socialista contestó que ellos eligen a personas ‘progresistas’, como el designaría a personas de ‘derecha o ultraderecha’.
No paisano, no. Para presidir o formar parte del Consejo de Administración de una empresa pública o controlada por el Estado, como Red Eléctrica, Renfe o Telefónica, lo esencial en la España de Sánchez es ser pariente del amo del PSOE, amante de algún ministro o portero de puticlub.
También cuenta y ahí esta el caso de Beatriz Corredor o de RTVE, ser devoto del líder o haber hecho méritos como chupapingas en los medios de comunicación.
Esencial no tener demasiados conocimientos técnicos, como subrayó una tipa llamada Pilar Lucio, que pasó de la Consejería de Igualdad extremeña al Consejo de Seguridad Nuclear y lleva ahí seis años chupando del frasco sin saber lo que es un átomo.
Ayuda no tener dignidad, caso Tezanos; aceptar cualquier humillación, como deja patente Óscar López; tragarse lo intragable, estilo Pilar Alegría y puntúa mucho carecer de límites éticos o legales, como escenifica a diario el imputado fiscal García Ortiz.
Y esencial, como prueban Marlaska y Puente, no asumir jamas responsabilidades, tanto si te matan guardias civiles en Barbate, como si se te cae el techo de los túneles de la M-40.
Confío en que no tengamos que soportar a esta peste mas allá del 2027, pero con estas pistas, si entre ustedes -que lo dudo- hay alguno sin escrúpulos y muy necesitado, ya sabe lo que tiene que hacer.
Corran que quedan pocos meses…