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En marzo del 2025 publiqué un libro, “El manicomio español”, en cuya portada aparece el siguiente subtítulo:
¿Cuánto tiempo lograrán sobrevivir Pedro Sánchez y su banda?
El libro está pasando con más pena que gloria…
Y cuando algún amigo bienintencionado me recomienda para que escriba en un determinado medio, siempre les digo lo mismo: “Todos los medios en los que he escrito acaban desapareciendo, por lo que asumo mi parte alícuota de responsabilidad” en su deceso.
Hasta que se produzca la muerte final, al menos para mí, la propia.
Que, para los que somos católicos, está en manos de Dios.
En otras palabras, Sánchez y Begoña, una pareja unida por el amor, por el amor al dinero, encabezan una banda de asaltantes del dinero público.
Y para ello han contado con la sin par colaboración de una buena parte del gobierno, confundiendo lo público con lo privado, dando siempre primacía a lo suyo, faltaría más, como buenos “socialistos” que son.
Entre ellos destacaba el número dos del partido, el nunca bien ponderado José Luis Ábalos Meco (que apellido más premonitorio), un auténtico ejecutor de las arbitrariedades del “puto amo”, en palabras de otro ministro de la cosa, es decir del régimen totalitario-comunista sanchista.
Pero Ábalos no quiere caer solo, y, en el fondo, no le falta razón: otros han hecho más que él, y siguen ahí, de rositas, como si no hubieran roto nunca un plato.
Salvador Illa, por ejemplo, y todos sus chanchullos con las millonarias compras de material sanitario a empresas ¡sin domicilio”, inexistentes, tiendas de ¡ropa de niños!, etc., casualmente todas ellas de La Roca del Vallés, y alrededores.
Los mensajes que se están publicando estos días, y producen vergüenza ajena, son una clara demostración de los “negocios” a la sombra del poder, o más bien desde dentro del poder, las mordidas a que darán lugar esos “rescates”, subvenciones, préstamos, con dinero público, y en condiciones siempre ventajosas, sobre todo para sus beneficiarios, etc.
Y en todos ellos emerge la figura de Begoña Gómez, el gran amor de Sánchez, aunque yo sigo pensando que Pedro solo se quiere a sí mismo…
Su mujer, esposa, pareja, o lo que sea, solo es el testaferro de sus “negocios”, por no llamarles directamente latrocinios y, si están en régimen de gananciales, será un patrimonio, presente y futuro, para ambos y, en el futuro, para las dos hijas adoptadas.
Salvo que Pedro & Begoña, en su infinito amor a España, nos dejen herederos a todos, a la Patria, de sus desvelos.
Pero lo dudo mucho, la verdad.
Y yo, que solo soy un simple colaborador de los medios de información, desde hace más de medio siglo, eso sí, creo un deber felicitar públicamente al diario “El Mundo” por esta gran exclusiva.
Como jurista, en el grado de aprendiz o, como mucho, de oficial, no veo delito alguno, ni hay privacidad que valga.
Son mensajes entre un Presidente del Gobierno, en ejercicio, y un Ministro del Reino de España, también en ejercicio.
Y se refieren a asuntos de interés público, o a la militarización del PSOE, como ya se hizo con los controladores aéreos, por ejemplo.
Ítem más, no debemos ni podemos obligar lo que dice el artículo 6 de la Constitución: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política… Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.
¿Alguién cree, en su sano juicio, que la estructura interna y el funcionamiento del PSOE actual es democrático…?