Sería una persona desagradecida, carente de educación y de principios, si no alzara mi voz y mi palabra en defensa de la Unidad Central Operativa, UCO, frente a la banda que se ha apoderado de todos los poderes y resortes del Estado, ante la pasividad del Rey, de las Fuerzas Armadas y de casi todos los que tienen el deber de defenderle.
Y no es el caso.
Mis padres, humildes, muy trabajadores, católicos a machamartillo y, sobre todo, buenas personas, me enseñaron que es de bien nacidos, ser agradecidos.
Tras denunciar el caso mascarillas, caso Ábalos, o caso PSOE, en todas las instancias administrativas posibles, Tribunal de Cuentas, Inspección de Hacienda, Intervención General del Estado, Fiscalía Provincial de Zaragoza, etc., y ver que nadie me hacía ni caso, decidí acudir a la UCO, de quien tenía muy buenas referencias.
Y, paralelamente, para dar más impulso y fuerza a mis denuncias, ante la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, pues tenía claro que estábamos ante una banda, una organización criminal…, aunque no pensaba que eran tan criminales como se ha ido demostrando y acreditando.
Y se hizo la luz…
Comenzaron a investigarse los hechos, a pesar de la clara oposición de la Fiscalía Especial Europea, empeñada en quitarles el asunto a la fiscalía contra el crimen organizado…, para luego no hacer nada.
La UCO ha ido tirando del hilo, algo que yo no podía hacer, pues no podía acceder a todos los datos que ellos manejan, actuando siempre a las órdenes de la fiscalía especial primero; posteriormente de la Audiencia Nacional, y cuando la parte relativa al aforado José Luis Ábalos Meco se desgajó y envió al Tribunal Supremo, del Magistrado Instructor correspondiente.
A lo largo de mi vida profesional, como juez y fiscal sustituto, y abogado, he tratado con muchos guardias civiles, y no he visto Cuerpo policial más entregado a la lucha contra el delito, sometidos a una férrea disciplina, con bajos sueldos, y una gran capacidad de trabajo y sacrificio.
Me descubro ante ellos.
Por eso me sobrecoge el alma, e indigna, ver como desde las alcantarillas del PSOE, es decir, de la banda criminal que se ha apoderado de España, pensando que es su cortijo particular, pretenden desacreditar a un Jefe de la UCO, en particular, del que todos sabemos que tiene un expediente impoluto, al Fiscal Jefe Anticorrupción y a la propia Unidad Central Operativa de la Benemérita; por extensión, a toda la Guardia Civil.
Cuando desde el régimen comunista sanchista se dispara, un día sí y otro también, contra los jueces, y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ¿ustedes creen que estos presuntos criminales merecen seguir un día más en el poder…?