Tremenda intervención de Cayetana Álvarez de Toledo.
La parlamentaria del Partido Popular, que presentó en el Círculo de Bellas Artes ‘A Calzón Quitao’, el libro de Alejandro Fernández, líder del PP en Cataluña, hizo una brutal comparación entre Donald Trump y Pedro Sánchez.
Aunque puso a ambos en el mismo nivel de políticos populistas, sí dijo que al menos el inquilino de la Casa Blanca siempre anunció antes y durante las elecciones cuáles serían sus intenciones, justo lo contrario que lo sostenido por el secretario general del PSOE.
Álvarez de Toledo se mofó de las intenciones de Pedro Sánchez de presentarse como muro anti Trump:
Y ahora sí, volvamos a España. A nuestro Pedro. ¿Sánchez escudo frente a Trump? ¿El de los socios rabiosamente anti-OTAN y pro-Putin? ¿Más absurdo aún Sánchez, la némesis de Trump? Pero si es su más aventajado discípulo. Se lo pregunté a mi amigo Bolaños en uno de nuestros simpáticos y muy edificantes intercambios parlamentarios. Pero a ver ustedes, ¿exactamente qué no les gusta de Trump? ¿No será su afición a la mentira? Uno dijo que los inmigrantes comen mascotas, el otro que jamás aceptaría a Bildu como animal de compañía. Es decir, los cambios de opinión de Sánchez son la versión europea, ibérica, de los hechos alternativos de Trump. La diferencia es que las mentiras de Sánchez se proyectan sobre sus promesas electorales. Trump al menos prometió los aranceles. Sánchez negó tajantemente la amnistía y el acuerdo con Podemos y los indultos y prácticamente todo lo que había hecho después.
Apuntó la diputada popular que Sánchez también copió de Trump su intento de derribar los contrapesos democráticos:
¿Y qué decir de las embestidas de Trump contra los contrapesos democráticos? Tampoco podrán escandalizar a Sánchez. Hace exactamente lo mismo. Criminalizar a los adversarios, censurar a los medios críticos, peudomedio, maquina del fango, galaxia digital ultraderechista, el asalto a Radiotelevisión Española la mañana de la Dana y ahora el grupo PRISA, Vía Telefónica. Criminalización de los jueces, la frase de Montero no fue un lapsus, forma parte de una estrategia para deslegitimar a la justicia. Es decir, Sánchez depende no solamente de la impunidad de sus socios para sobrevivir, sino que también ha decidido hacer de la necesidad virtud.
Y recordó que mientras Trump al menos sí anunció en campaña cuáles eran sus intenciones, Pedro Sánchez le ocultó la verdad a los españoles:
En una típica maniobra populista que estamos viendo en muchos sitios. Los jueces en enemigos del pueblo, de enfrentar a democracia con la ley para gobernar sin el freno de la ley. Ahora bien, donde el paralelismo ya es total es en la relación de estos dos personajes con quienes atentaron contra el orden constitucional. Uno indultó a los golpistas del Capitolio, el otro a los golpistas del 1 de octubre. Y los dos con el mismo pretexto, fijaros. Habla Trump. Con los indultos empieza un proceso de reconciliación nacional. Habla Sánchez. Con los indultos y la amnistía avanzamos en la convivencia y la reconciliación. Solo hay una diferencia, que Trump concedió esos indultos gratis y Sánchez a cambio del poder. Eso no lo ha hecho ni Trump ni nadie en ningún lugar del mundo.
