Equipara a Sánchez con Franco por su pretensión de querer adueñarse de El País, pero eso no puede ser porque ese medio no existía entonces y tampoco necesitaba adueñarse de ningún medio, porque tenía el control de todo lo que le importaba.
Con quien debería equipararlo es con Felipe González, que es el presidente que mayor control ha ejercido sobre El País. De hecho, en su tiempo, este medio era conocido como el diario gubernamental, aunque su calidad era mucho mayor que la de ahora. Mediante este diario tenía bajo control a casi todos los intelectuales, puesto que les pagaba mucho mejor que los demás, lo que hacía que les apeteciera escribir ahí. También que mediante los editoriales amedrentaba a los que no. Fue grotesco el que lanzó contra Gabriel Albiac.
Aznar le declaró la guerra a Prisa, sí, pero es burro y lo hizo mal. Le encargó la tarea a su amigo Juan Villalonga, que fracasó estrepitosamente. Su mayor barbaridad, no obstante, fue no devolver la independencia a los jueces. Otra salvajada suya fue la de incrustarnos la maldita AVL a los valencianos.
A Zapatero tampoco le caía nada bien Prisa, pero optó por la traición. Eligió a Pedro J., entonces director de El Mundo, para sus confidencias, y además de eso, también con dinero público, como Aznar, ayudó a fundar un imperio mediático de extrema izquierda, que le quitara suscriptores de esa tendencia.
Rajoy se hizo el despistado, alegando que solo leía el Marca y dejando esos «asuntos menores» en manos de Soraya, que tenía mano de hierro en guante de seda.
Pedro Sánchez es como Felipe González, pero en bruto. Lo que este último hacía con disimulo, de modo que muchos, ministros suyos inclusive, pensaban que estábamos en una democracia, el primero disfruta haciendo ver que se salta la ley siempre que quiere. Y se ríe de los españoles.
Todos los presidentes desde Felipe González han gastado grandes cantidades de dinero público en este asunto.