El que sí triunfó fue Clavelito, al que visitó una chica que accedió a acostarse con él pero sin sexo.
El capítulo 7 de ‘Gandía Shore’ fue uno de esos que hace que te tapes los ojos por la vergüenza. No ocurrió nada nuevo pero sí que se aumentó la apuesta sexual con una de las escenas más extrañas y desternillantes del año. Eso sí, ya es oficial que sin la polémica Ylenia, el reality de MTV no tendría razón de ser.
El episodio emitido el 25 de noviembre de 2012 fue aburrido. Al no durar ni una hora, no se hizo insoportable pero hay que decir que uno ya se cansa del bucle sexo-bronca-alcohol que se traen los chicos de Gandía. Cada semana somos miles los que nos enganchamos con las andanzas de esta pandilla, las comentamos en las redes sociales y hacemos apuestas con lo que va a ocurrir.
El último capítulo comenzó solucionando el clímax del anterior. Los chicos ya se han hartado de sus compañeras y hombres y mujeres salen de marcha por separado. Esa noche, ellos habían llegado antes mientras que las chicas regresaron borrachas y acompañadas por un séquito de italianos ‘salidos’.
Como todo el mundo sabe, la suma de Ylenia más copas es, sin duda, lo más ‘productivo’ del programa. La rubia es en sí misma, un anuncio de alcohólicos anónimos. Ella es una advertencia in extremis de lo que la bebida le puede hacer a los jóvenes. Cada vez que sale de fiesta, la de Benidorm se desata y se transforma en una mezcla letal entre Aída Nízar y Leticia Sabater.
Esa noche, Ylenia no respetó el descanso de sus compañeros y, a gritos, mandaba a todo el mundo a «tomar por culo». Los chicos no podían más. En especial Abraham, que se levantó hecho una furia. Pero la rubia más cañera no era la única que estaba dando la nota. Arantxa y Core iban a cruzar un límite.
Recordemos que la buena de Arantxa había conocido a unos italianos en el chiringuito playero en el que trabaja. Por la noche, la poligonera fue a ‘enrollarse’ con uno de ellos cuando Core (que ya es la devorahombres oficial del programa) se metió en medio y la cosa terminó en un trío de lengua. Las dos se besaron con él en la discoteca pero una vez en la casa, ambas decidieron ir a más y le ofrecieron al extranjero una noche ‘loca’ en la cama. Obviamente, la imagen nos puso los dientes largos pero no fue más que un coitus imterruptus.
Estaban los italianos en el jacuzzi, preparándose para rematar la faena cuando Abraham bajó al jardín y les mandó a casa. Nuestro (su) gozo en un pozo. Tranquilos, el programa no había acabado.
A pesar de que tenía que tener una resaca capaz de tumbar a una manada de leonas en celo, Ylenia se levantó fresca y lozana y se fue a trabajar con sus compañeros al chiringuito. Abraham la obvió directamente e intentó no cruzarse con ella. Por su parte, Arantxa, recibió la última visita de ‘su’ italiano, antes de que él se cogiera un avión. la pareja se dió un beso y ahí quedó la cosa.
Luego, la pandilla se fue compras pero sin Ylenia y todos se lo pasaron de miedo (ellos sí, pero nosotros no. Los que más disfrutaron fueron, sin duda, Core y Abraham. Tras besarse una vez, ella perdió los papeles y él aprovechó la coyuntura como excusa para no tocarla (que levante la mano el que piense que este chico es gay). Pero pasado el tiempo, ambos han acercado posiciones.
Una de las escenas ‘shock’ del capítulo siete fue el momento ducha: Core estaba en la bañera cuando Abraham, siempre ansioso por desnudarse, se quitó el slip y se coló bajo el agua. Ella dio un grito, salió de allí desesperada y el espectador pudo ver su cuerpo en todo su esplendor aunque fuese por milésimas de segundo.
Durante la segunda noche del capítulo llegó el escándalo. Se preparó una fiesta en casa y los intentos, por parte de los chicos, de llevar ‘carne fresca’ al evento no dieron los frutos esperados. Abraham le colgó el teléfono a una que le dijo que tenía novio y Labrador tampoco consiguió atraer a las ‘masas’. El que sí triunfó fue Clavelito, al que visitó una chica que accedió a acostarse con él pero sin sexo.
Mientras, Ylenia ‘tonteaba’ con uno que decía ser modelo hasta que llegó Labrador y le retó a un concurso de pectorales digno de cualquier programa de José Luis Moreno. Por su lado, Gata se fue a la habitación de invitados con un desconocido del tipo pulpo al que ella, que quiere ser fiel a su ‘novio’, rechazó aunque con reparos.
Pero la protagonista de la noche fue Arantxa. La benjamina del grupo se agenció a un tipo que se parecía a Abraham y mientras los dos lo estaban dando todo en la cama, ella salió de allí despavorida ¿por qué? Nos preguntamos los espectadores. Arantxa se lo explicó a sus compañeros de esta manera:
Joder, cómo me escuece el chocho. Me duele un montón. Es que hace mucho que no entran ahí. ¿será por el látex del condón? No creo. No todos los condones tienen látex ¿no?
Y tras recibir el premio a la más gráfica. Arantxa volvió con su ‘hombre’, durmió con él pero se mantuvo intacta.
En la habitación de los chicos estalló otra guerra. La ‘amiga’ de Clavelito, aunque no quería sexo, seguía pululando por allí sin saber muy bien porqué. Recién salida del jacuzzi, a la chica no se le ocurre otra cosa que acostarse en la cama de Abraham. Éste, dispuesto a acostarse, descubrió que sus sábanas estaban mojadas y exigió una explicación. La invitada negó la evidencia pero él, cabreadísimo, la echó de la casa a patadas, mientras que ella ponía cara de «que bien me ha sentado lo que me han echado en la copa y qué poco me importa lo que dices» y Clavelito (cobarde) se metía bajo las sábanas.
Al día siguiente, Ylenia la volvió a montar. El grupo volvió a juntarse para salir de fiesta y ella decidió zanjar su tema con Labrador besándose con un espontáneo que pasaba por allí. De vuelta a casa, la rubia estaba arrepentida pero como no quería admitirlo comenzó a atacar a su ‘ex’ con frases del tipo:
Anda, cállate, que tienes polla-lápiz. La tienes toda fina. Que horror.
El chico, que ya la conoce, hacía oídos sordos. En realidad todo el coche pasaba de Ylenia, algo que enfureció aún más a la de Benidorm. Puesto que Core y Gata estaban en la parte de atrás riéndose de la vida, Ylenia cargó contra ellas, en especial contra la segunda, a la que dijo:
Yo es que no vengo aquí con novio porque yo soy fiel.
Gata, que hasta la fecha era un personaje absolutamente prescindible, sacó su lado verdulera en entado puro y amenazó con darle un par de «hostias» a su compañera. Ahí se quedó el asunto pero, que sepamos, la semana que viene la cosa va a ir a más.
Y por último decir que Arantxa merece un spin-off en toda regla. La casi-adolescente del programa, influida por el alcohol, por fin confesó sus sentimientos amorosos a Abraham, quien la humilló, dandole un abrazo y tratándola como a una hermana menor. En el capítulo 8 la cosa se va a complicar puesto que Core (no podía ser otra) se mete en la cama de él ante la mirada dolida de Arantxa. ¡Viva la amistad!