‘Gandía Shore’ es, sin duda, el reality con mayor contenido erótico que hemos podido ver en España. Todo un festival de la carne que, finalizada ya su primera temporada, resulta particularmente sobrecogedor. Y de todos ¿Cuál ha sido el momento que más nos ha impactado?
Cuando MTV emitió el primer capítulo de su reality estrella, el Ayuntamiento de Gandía puso el grito en el cielo. No querían que se relacionase al municipio con tanta estridencia, con tanto desfase, tanto pelo teñido, tanto músculo, broncas, falta de pudor, agresividad, alcohol y sexo. Tres meses después, el pueblo está encantado. Ya hay rutas de ‘Gandía Shore’ para que los fans puedan seguir los pasos de sus ‘ídolos’. Si todo va bien, el verano que viene, Gandía será el destino estrella del chonismo patrio. Y si finalmente, el programa se vuelve a rodar allí, aquello va a ser una locura.
Y es que, por poco que queramos admitirlo, el verano que se han pegado los de ‘GS’ ha sido el sueño para muchos: 30 días de fiesta, amigos, una casa enorme, nadie que te controle y la posibilidad de acostarse con quien te plazca.
A estas alturas, quejarse de lo de siempre es inútil. Nos ponen delante a dos practicando sexo y pocos son los que cambian de canal. Y si encima, tras el revolcón, la pareja se tira bote de Nutella (literal) a la cabeza, ¿qué más se puede pedir?
Puesto que el sexo es un instinto básico, vende. Y ‘Gandía Shore’ se ha vendido de maravilla. Su primera temporada ha sido, de lejos, el espectáculo erótico festivo más impactante que se ha emitido en la TV en abierto de nuestro país. A su lado, ‘GH’ parece ‘Tu cara me suena’.
Pues eso, en Gandía ha habido carne, mucha carne. De (casi) todas las formas y posturas. Y lo mejor, porque sí, eso ha sido lo mejor, sin comillas, ha sido la equidad de género. Aquí son tan ‘zorros’ ellos como ‘zorras’ ellas. Tan salidos mujeres como hombres. En otro sitio, la chicas serian una ‘guarrillas’ y los chicos unos ‘triunfadores’. Aquí no. Hombres y mujeres están igual de salidos, tienen las mismas ansias de revolcón, son idénticos en cuanto a celos, envidias y coquetería se refiere. Todos se cortan por el mismo (y bajo) patrón. Esta es la mayor igualdad de género que podemos encontrar. No e sal deseable peor e sal que tenemos,
¿Y qué mejor forma que homenajear el reality sorpresa de la temporada (con permiso de Chicote) que hacerlo en la cama? La historia sexual de los chicos de Gandía Shore supone el 70 u 80% de las escenas del show. Por ello, hagamos un repaso a las escenas más salvajes y divertidas (eso siempre) que hemos visto durante los primeros 14 episodios.
10. Abraham, el tanga boy
Él dice que no es gay. Eso dice. Eso sí, reivindica el tanga como prenda masculina. Lo hizo desde el minuto uno. El pijo de Madrid, el más inteligente, manipulador y maligno de todos, entró en la casa sabiendo lo que tenía que hacer para dar de qué hablar. Durante la primera noche se fue a preparar una barbacoa completamente desnudo, sólo cubierto por un delantal. Luego, se fue a la playa y se bañó dando saltitos, ataviado con un simple tanga.
09. Core en el Jacuzzi
En realidad, Cristina, alias Core, no se ha ‘estrenado’ en Gandía Shore. Ella lo ha intentado por activa y por pasiva, pero finalmente se ha quedado compuesta y sin novio. Eso sí, la morena ha tenido en el jacuzzi su mejor escenario. Allí, la barcelonesa lo ha dado todo ( o lo que ha podido): Se ha despelotado casi por completo, ha jugado a ser lesbiana durante cinco minutos con Gata e intentó llevarse al huerto a Labrador (el ex de su archienemiga, Ylenia). En aquel instante, el valenciano le advirtió:
Como entre ahí, te voy a follar como nunca te han follado.
Ella estaba deseosa pero al final, su gozo en un pozo (de burbujas).
08. Esteban y su ‘gran’ secreto
El hombre sin cuello, tenía un secreto que pretendía esconder a sus compañeras de casa. De hecho, aunque ha triunfado bastante, Esteban se ha mantenido apartado de las féminas del reality. Eso sí, ellas no se han alejado de él. Una buena mañana, el ‘mazao’ se levantó en plan tienda de campaña y Core, Gata y Arantxa le vieron en todo su esplendor cuando el chico intentaba ‘calmarse’ en el baño. Avergonzado, Esteban se escondió pero dio igual, ellas ya estaban histéricas.
Joder, me he puesto cachonda. Qué tranca tiene el Esteban.
Dijo Gata entre risitas.
07. Arantxa ataca a Esteban
Como decíamos, a Esteban no le han dejado en paz sus compañeras. El momento más incómodo del culturista fue cuando, muerto de calor, se cambió de cama y se fue a dormir con su ‘hermanita’ Arantxa. Digamos que ella atravesaba un momento delicado. Para empezar, estaba «borracha». Además, le había declarado su amor a Abraham pero el pijo, directamente, se había reído de ella.
Arantxa, pues, atacó a Esteban con todas sus armas: le puso los pechos desnudos en la cara y comenzó a toquetearle todo lo que pudo y más. Él no daba crédito, intentó dormir pero terminó largándose de allí.
06. Arantxa, Core y los trios
Aunque Ylenia fue machacada por no saber controlarse cuando bebía, lo cierto es que Arantxa y Core no se quedan atrás. Los dos morenas ha protagonizado momentos absolutamente surrealistas gracias unas cuantas copas de más. De hecho, en un par de ocasiones estuvieron a punto de hacer un trío sexual. Primero fue con un amigo de Clavelito que se estaba ‘enrollando’ con la buena de Arantxa cuando Cristina llegó, le comió la boca y se lo volvió a pasar a su ‘amiga’.
En otra ocasión, las dos jóvenes tentaron a un italiano y le llegaron a proponer subir todos juntos a la cama. Al final, no llegó la ‘sangre’ al río. Una lástima.
05. El choque de manos entre Abraham y Clavelito
Sucedió durante el capítulo 10. Abraham y Clavelito se llevaron a sendas chicas a la casa y ninguno de los cuatro tuvo reparos en practicar sexo a la vez (por separado , eso sí aunque dudamos que Abraham ‘rematara’) en la misma habitación. Tan encantados estaban ellos que en plena faena, chocaron las palmas como símbolo de victoria. Eso es compañerismo.
04. Arantxa se besa con otra mujer
Lo repetiré una y mil veces. Arantxa merece un ‘spin off’ para ella solita. Si sus andanzas en Gandía eran lo mejor del show, no me quiero ni imaginar el disfrute de verla en su día a día. La madrileña es un pozo sin fondo de sorpresas. No contenta con tirarle los trastos a casi todos sus compañeros (Clavelito fue al único al que no quiso seducir ¿Será porque es de las de «nunca te acostarás con un chico que lleve las cejas más depiladas que tú»?), Arantxa, en plena juerga se enrolló con una desconocida.
¡Qué miedo! ¿Seré bisexual? Es que no me acuerdo de nada
Exclamó la chica al día siguiente ya sobria, por supuesto.
03. Gata , su novio y los consejos de una madre
Gata, hija mía, tú tírate a quién te dé la gana y que le den a tu novio
Este fue el consejo que la progenitora de Gata le dio a su hija después de que la rubia le confesase que llevaba muy mal eso de la fidelidad. La más falsa y maquiavélica de los de ‘Gandía Shore’ se pasó el verano diciendo que estaba salida pero que era incapaz de ponerle los cuernos a su novio (no hija mía, lo que pasa es que no te ha entrado nadie y punto por mucho que tú digas lo contrario).
El caso es que finalmente, el chico de Gata se pasó por Gandía y nada más verle se lo llevó al ‘catre’. La escena es brutal:
Sí, mi amor. Sí. Lo quiero todo dentro de mí.
Gritó la chica. Esperemos que la temporada que viene ya esté soltera. Dará más juego sin novio.
02. Arantxa y los dolores vaginales
Como ya se habrá podido comprobar, Arantxa ha sido la reina del erotismo durante la primera temporada de Gandía Shore. Una noche, la benjamina del grupo se agenció a un tipo que se parecía a Abraham y mientras los dos lo estaban dando todo en la cama, ella salió de allí despavorida ¿por qué? Nos preguntamos los espectadores. Arantxa se lo explicó a sus compañeros de esta manera:
Joder, cómo me escuece el chocho. Me duele un montón. Es que hace mucho que no entran ahí. ¿será por el látex del condón? No creo. No todos los condones tienen látex ¿no?
Genial.
01. Ylenia y Labrador dándolo todo
Obviamente, hablar de sexo en Gandía Shore es hablar de Labrador y de Ylenia. Lo suyo ha sido de traca. Nos cuentan trabajadores del programa que se ha tenido que censurar muchísimo de sus sesiones de alcoba puesto que estos dos ni siquiera se tapaban con la sábana. Llegaron a estar horas y horas sin parar. Uno de sus mejores momentos fue en el capítulo cuatro cuando, tras una megabronca, ambos se reconciliaron a ‘su manera’.
No contentos con que los viese media España, Ylenia y Labrador tenían testigos. A su lado, Esteban daba vueltas en la cama sin poder dormir hasta que, al final, les llamó la atención. ¿Qué pasó después? ¿La pareja se cortó, pidió disculpas y dejaron la faena? Ja. No, no. Esto no es Gran Hermano (y mira que son burros ahí). Ambos se rieron y continuaron a lo suyo. Así, sin que les importase el público (yo creo que les ponía más).