Ya hay un nuevo tronista en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ acusado de mal comportamiento y agresividad. Se trata de Isaac, antiguo pretendiente de Liz, que según el colaborador de ‘Sálvame’ Kiko Hernández, podría haber protagonizado una auténtica trifulca en un bar de Sevilla.
Hace poco más de una semana, según las informaciones directas que me han hecho llegar a este confesionario, Isaac, actual tronista de ‘Mujeres y hombres y viceversa’, que en un principio entró al programa como pretendiente de Liz ‘GH10’, quedó terriblemente retratado por el lamentable comportamiento del que hizo gala en un humilde negocio.
Así arranca Kiko Hernández su post- La verdadera cara de Isacc, tronista de ‘MyHyV‘-publicado el 1 de julio de 2014 en su blog de Telecinco.es: «Todo sucedió el pasado domingo 22 de junio de 2014, cuando Isaac Díaz se encontraba en un bar-restaurante de Arahal -Sevilla- llamado La venta de los dos naranjos donde Isaac se dispuso a desayunar con unos amigos».
Parece ser que el tronista «consideró que la tostada con jamón que había pedido al camarero tenía poca cantidad, por lo que, según la versión de los afectados, el tronista se dedicó a pedirlo mediante insultos y malas formas al camarero, quien tuvo la educación suficiente como para no ponerse a su mismo nivel y, sin faltarle al respeto, le ofreció servirle más jamón en su pedido».
El problema es que Isaac no se conformó con la nueva tostada por lo que, según los testigos, «siguió insultando al camarero, dirigiéndose a él como «sevillano» de forma despectiva -Isaac es malagueño-.»
Y por si fuera poco, uno de los amigos del tronista se metió, dicen, en la discusión y «terminó perdiendo los estribos por completo, llegando a amenazar al camarero con sacarlo a puñetazos de la barra si se negaba a aceptar la propina que le ofrecían.»
Y por último, según Kiko Hernández:
Nada más salir del local, me apuntan que Isaac pagó su mal humor con un hombre que estaba a la puerta del bar vendiendo sandías y, propinándolas un manotazo, tirando una al suelo.
Hernández publica en su blog una fotografía tomada por el afectado en la que se puede ver el «resultado de su encuentro fortuito con el tronista» (se ven las sandalias tiradas por el suelo).
Un desagradable incidente que diría mucho de la verdadera actitud que porta este muchacho fuera de cámaras y que daría un significado especial a la fotografía que unas horas antes compartía en las redes sociales, luciendo como un auténtico energúmeno sentado a la mesa de una cafetería mientras rezaba el siguiente mensaje «¡Me siento poderoso!».
Escribe Hernández
Pero la respuesta de Isaac no se ha hecho esperar. Esta es su ‘extraña’ versión de los hechos:
Voy a dejar algo claro, que absolutamente nada es verdad. Primero que no pedí una tostada, pero bueno… Se pidió más jamón y no lo quería poner, y yo no abrí la boca. Mis amigos dijeron que cortara, que daba igual el dinero, y trajo jamón… A la hora de pagar, ¡tres molletes 18 euros! Total que yo me levanté y dije que no pagaba esa cantidad a menos que me trajera un ticket con lo estipulado. Mi amigo se ofreció a pagarle y sobraban 2 euros que le dijimos se quedara por las molestias (mi amigo, no yo) y el camarero tiró la moneda detrás de la barra… Ok?
Yo, mientras, estaba fumando fuera y en ningún momento hubo insultos ni na de na. Salimos y uno de mis anormales amigos se tropieza con la mesa (yo ya estaba en el coche) y tira la sandía… En ningún momento se hizo nada queriendo, os lo juro, pero por lo que veo, al ser malagueños hay algunos que no les sienta bien y andan criticando de dónde soy. Gracias, no os inventéis por ser de Málaga anda, que esa noche me la pasé bien con los sevillanos».
Para Hernández, esta versión es «bastante surrealista» puesto que «habría que creer en toda una confabulación por parte de varias personas por el simple hecho de tener acento de otra parte de Andalucía, y por la que tendríamos que dar por válido que ante una supuesta estafa y mal servicio, lo que le sale a uno es incluso pagar más de la cantidad que te parece desorbitada para así dejar propina al camarero por unas molestias que se han negado por activa y por pasiva que hubieran existido».
